El mes de diciembre llegó a Medellín acompañado de un hecho que no solo estremeció a la Ciudad, sino a todo un país y al mundo entero: el accidente aéreo en el que murieron casi todos los integrantes del equipo brasileño Chapecoense.
En el Atanasio Girardot no había colores diferentes, no había equipos, cientos de ciudadanos se vistieron de blanco y se unieron para homenajear a todos los que partieron en la tragedia.
Quienes no pudieron asistir al homenaje en el Estadio, como los habitantes del barrio Trinidad, en la comuna 15, la pólvora con la que se recibe la alborada fue cambiada por globos blancos inflados con helio.
A las 12 de la madrugada, luego de guardar un minuto de silencio, los vecinos soltaron 3.000 globos blancos que se elevaron para adornar el cielo de Medellín mientras con 500 velas encendidas formaron la palabra paz.
Uno de los organizadores del acto simbólico expresó que en el barrio Trinidad se van a comprometer para que en el lugar haya tranquilidad y a que no aparezca la violencia.